El Gobierno corporativo es la unidad ejecutiva/familiar de toma de decisiones que está integrada por los órganos de gobierno de la empresa y los órganos de gobernanza familiar. Su finalidad es atender diferentes agendas, decisiones y gestiones relacionadas con cada elemento del sistema familia - empresa - patrimonio, reuniendo los temas por afinidad y ámbito de competencias para obtener mejores resultados, trabajar en la visión compartida de familia y patrimonio, procurando siempre conservar la unión y la armonía en las relaciones.
El Gobierno corporativo constituye todas las leyes, normas, códigos, políticas, estructuras, planes y procedimientos, por medio de los cuales se gobierna y dirige una empresa. En la empresa familiar, como parte de las buenas prácticas, se considera la conformación de órganos de gobierno familiares como el consejo de familia, el consorcio de primos y la asamblea familiar. Esto dependerá de la complejidad del sistema familiar, así como de reglas establecidas en documentos para su gestión como lo es el protocolo familiar. De esta manera, se conforma una estructura que permite a los miembros familiares establecer orden, gobernar y gestionar su relación con el negocio, en otras palabras: gestionar el poder.
Los Principios de Gobierno Corporativo de la OCDE y el G20 (OCDE 2016) definen al gobierno corporativo como “el establecimiento de un conjunto de relaciones entre la dirección de la empresa, su consejo de administración, sus accionistas y otros actores interesados. Proporciona también la estructura a través de la cual se fijan los objetivos de la sociedad y se determina la forma de alcanzarlos y supervisar su consecución".
Cada órgano que conforma el gobierno corporativo ofrece un espacio para la discusión y la toma de decisiones sobre los distintos temas que se abordan en la empresa familiar. Como parte de los órganos de la empresa, el consejo de administración (o junta directiva) es el foro idóneo para gestionar las decisiones relacionadas con el negocio. Definido como un grupo colegiado, cuenta con estatutos que establecen normas para su funcionamiento y que forman parte del registro legal de la empresa familiar que la define como una sociedad o compañía, de acuerdo con el marco legal de cada país.
Es el nivel ejecutivo más alto, donde la planificación estratégica se discute y se aprueba, se definen los lineamientos estratégicos y las acciones que en adelante, la figura del Chief Executive Officer (CEO, por sus siglas en inglés), director o gerente general, liderará para alcanzar los objetivos de la organización.
En el consejo de administración está la representación del potestas (como se definía en la antigua Roma para referirse a quienes ejercen el poder desde los lineamientos legales), pues en los documentos de su registro, se encuentran las personas que pueden representar a la empresa familiar para la adquisición de obligaciones. Desde allí se controla y gestiona el negocio. Para lograr el balance y tener un liderazgo fortalecido, estas facultades legales deben complementarse con el reconocimiento social de quien ocupa la posición ejecutiva más alta, para así contar con la legitimidad del grupo al que representa. Es una práctica común que, cuando las empresas familiares empiezan a profesionalizarse, expertos externos sean incluidos en el consejo de administración como parte de su estrategia de crecimiento.
Las empresas familiares que trabajan comprometidas desde sus consejos de familia y consejos de administración fortalecen sus estructuras, y se esfuerzan en un aprendizaje continuo como equipo para tomar mejores decisiones. Esta travesía de institucionalizar no está libre de obstáculos, acompañando a familias empresarias he observado y facilitado el desafío que representa incorporar cambios en los procesos de toma de decisiones, ordenar y priorizar las necesidades del negocio y las necesidades de la familia, siendo la comunicación efectiva una de las herramientas que mejores resultados trae a la gestión de las relaciones familiares y sus objetivos para la empresa familiar.
Las empresas familiares que agregan mayor transparencia muestran mejores rendimientos
La implementación del gobierno corporativo es un proceso que requiere esfuerzo, madurez, establecer horizontes de tiempo que le permita a la familia y a la empresa adaptarse a los cambios que suponen la profesionalización de la gestión. Es por ello, por lo que la incorporación de buenas prácticas resulta de mucha utilidad en términos de eficiencia y unidad en el grupo familiar. La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) fue una de las precursoras en la propuesta de una estructura de gobierno corporativo familiar, tomando las mejores prácticas de las corporaciones adaptadas a las particularidades de la empresa familiar, generando descripciones de las competencias que necesitan para dicho proceso, ejecución y estándares de auditoría. Otros organismos reconocidos que han contribuido con guías y estándares son la Corporación Andina de Fomento, la International Finance Corporation y el Banco Mundial, desarrollando metodologías y guías para su implementación.
Las empresas familiares que agregan mayor transparencia muestran mejores rendimientos, valor que las nuevas generaciones tienen entre sus prioridades como parte de su compromiso con los criterios de ESG (Environmental, Social and Governance). Implementar un buen gobierno corporativo, continúa motivando a las empresas familiares de capital cerrado a comprometerse con la creación y gestión de un sistema de gobernanza que les permita acceder a nuevas oportunidades en los diferentes mercados, fortalecer las relaciones con sus consumidores que están más atentos al valor reputacional de las organizaciones y su relación con la sociedad.
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Pablo Aure Fariñez es socio consultor de Exaudi Family Business Consulting®, experto en gobierno corporativo para empresas familiares, en el diseño, fortalecimiento y desarrollo de órganos de gobierno tales como consejos de familia, juntas directivas, juntas asesoras y comités de primos. Seguir leyendo
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